Por: Jorge Juan Caballero Abad
Lo único que le falta a esta serie para ser un auténtico ícono y referente de los años 80 es el logo de Elliot en su bici con ET. Disfruté durante un día entero de maratón de Stranger Things para poder visionarla entera y transportarme a los 80. Es una serie de aventuras, imaginativa, es una de esas series que nos lleva a amar este arte, es una serie de amigos, de confianza, de infancia, de juegos de mesa, etc.
Lo único que le falta a esta serie para ser un auténtico ícono y referente de los años 80 es el logo de Elliot en su bici con ET. Disfruté durante un día entero de maratón de Stranger Things para poder visionarla entera y transportarme a los 80. Es una serie de aventuras, imaginativa, es una de esas series que nos lleva a amar este arte, es una serie de amigos, de confianza, de infancia, de juegos de mesa, etc.
Obviamente repite algunos clichés pero mucha gente pedíamos poder repetir esas sensaciones para transportarnos a los años 80 y volver a disfrutar de esas sensaciones que nos transmitieron esas películas.
Para concluir solo tengo una cosa que decir: “Winona Forever”.